[Test Rtt] Geely Starray: Un SUV que sorprende desde el primer kilómetro

Por Pedro Murúa

 

 

Geely no es una marca nueva en el mercado chileno, pero sí ha sabido reinventarse y evolucionar de manera notable desde su llegada. Lo que comenzó como una propuesta emergente dentro del competitivo mundo automotriz, hoy es sinónimo de tecnología avanzada, diseño moderno y una clara orientación al detalle y la experiencia del conductor. A nivel global, Geely ha consolidado su lugar como uno de los fabricantes más innovadores de Asia, impulsando el desarrollo de plataformas compartidas, motores eficientes y soluciones conectadas. Chile no ha sido la excepción a esta evolución, y el Starray Signature es prueba de ello.

 

 

 

 

Durante una semana completa, tuve la oportunidad de convivir y disfrutar de la conducción del nuevo Geely Starray en su versión más equipada: la Signature. Y cuando digo convivir, me refiero a ponerlo a prueba y quedarme con esa grata, pero mala sensación de no querer devolverlo, jugando a conducirlo desde la rutina diaria, hasta manejarlo en carretera. El resultado: una grata sorpresa y una conexión inmediata con un SUV que no solo busca atraer por fuera, sino que conquista por dentro y eso se consigue con creces, conexión.

 

 

 

 

Diseño exterior e interior, un lenguaje moderno que no pasa desapercibido

 

 

Lo primero que llama la atención del Starray es su propuesta estética con una silueta muy adelantada y llamativa en todo sentido. Geely ha apostado por un diseño futurista, donde la parrilla frontal —llamada “Ripple Wave”— se convierte en el sello visual que transmite dinamismo y personalidad. Las luces LED diurnas, perfectamente integradas, aportan sofisticación sin exagerar, y el juego de líneas marcadas a lo largo del capó y los laterales proyectan una sensación de movimiento constante, ya que, al acercarse a él, te saluda en una simpática bienvenida con un juego de estas líneas de luces y por supuesto que, al alejarse, se despide de igual manera y, este juego es en la parte frontal como la trasera, así es que, es un SUV que se deja mirar, incluso cuando está detenido.

 

 

 

 

 

 

El interior da para mucha más entretención. En cuanto abres la puerta, el habitáculo te recibe con una atmósfera premium, acá es cuando ya nos damos cuenta que los fabricantes chinos han pasado aquel umbral que esperábamos y que siempre comentábamos en los primeros test hace 10 años, en cuanto a calidad, materialidad, ergonomía, terminaciones, etc., eso hoy, ya no es tema, hoy definitivamente, los materiales suaves al tacto, las texturas y el diseño envolvente marcan la pauta. El tablero flota sobre una gran pantalla curva de 13,2 pulgadas que se funde con el cuadro de instrumentos, mientras que los asientos tapizados en eco-cuero, con costuras contrastantes, entregan un confort superior. Es un lugar donde te dan ganas de estar, incluso sin moverse, solo admirando cada rincón, cada detalle y sentirlo, bueno, yo estaba en esa perspectiva de escrutarlo claro, sin embargo, debía abstraerme y pensar como un usuario chileno cualquiera que haya decidido comprar este auto y ahí es cuando defines que el auto está bien hecho y cumple con una gran expectativa.

 

 

 

 

Motorización y conducción, una experiencia ágil y eficiente

 

 

Bajo el capó del Starray, tanto en la versión Exclusive como en la Signature encontramos un motor de 2.0 litros turbo y 4 cilindros en línea que desarrollan nada menos que 218 HP y 325 NM de torque, acoplado a una caja DCT de 7 velocidades que trabaja con suavidad y rapidez, sin tirones ni sobresaltos, incluso en cambios bruscos de aceleración, con tracción delantera y una impresionante para el segmento, aceleración de 0 a 100 km/h en 8.2 segundos, nada mal si queremos además disfrutarlo deportivamente, gracias a sus modos de conducción que permiten selección en; Economy, Sport, Comfort e Inteligente.

 

 

 

 

Mi experiencia al volante fue muy agradable como dije. En ciudad, el Starray se comporta con agilidad, y su tamaño que, a primera vista podría parecer grande para maniobras ajustadas, se compensa con una excelente cámara 540° y sensores que entregan total confianza, el radio de giro de 11,8 mm. es perfecto y la calibración en la dirección electrónicamente asistida, entregan una firmeza y seguridad en cada maniobra. En carretera, la respuesta del motor es progresiva y eficiente, ideal para sobrepasos o mantener ritmos constantes sin exigir demasiado al motor y sentirlo agresivo cuando se quiera.

 

 

 

 

Lo más destacable, a nivel personal, fue el equilibrio entre confort y control. La suspensión absorbe bien las irregularidades del camino y mantiene la firmeza necesaria para no perder compostura en curvas rápidas. En ese sentido, se siente un SUV robusto, pero refinado, capaz de adaptarse a distintos escenarios sin perder su esencia.

 

 

 

 

 

 

Tecnología y conectividad

 

 

Si algo destaca en el Starray Signature es su apuesta por la tecnología integrada, no como un lujo superficial, sino como una extensión natural de la experiencia de manejo. La enorme pantalla curva de 13,2” no solo es protagonista visual, sino también funcional: su sistema operativo es intuitivo, fluido y con menús bien organizados. Durante la semana de prueba, utilicé funciones como navegación, conectividad Bluetooth y cámara 540° sin distracciones ni complicaciones. Todo está donde debe estar.

 

 

 

 

 

 

La conectividad con Apple CarPlay es inalámbrica, lo que libera cables y entrega libertad para moverse dentro del habitáculo. Además, el sistema de audio BOSE con 11 parlantes transforma cada viaje en un concierto privado: los graves son potentes, los agudos nítidos y la sensación envolvente es notable, incluso en volumen medio, aquí es cuando le menciono que pongo a prueba el audio, escuchando Pink Floyd y la experiencia se convierte en sublime cuando los parlantes se comportan como dicen que lo hacen.

 

 

 

 

 

 

Un detalle que disfruté mucho fue el sistema de iluminación ambiental multicolor, ajustable desde el panel táctil. Puede parecer un “gadget”, pero de noche transforma completamente el ambiente interior, generando una atmósfera más relajada o más deportiva, según el momento y en esta ocasión me permitió disfrutar este juego interesante de luces, junto a música electro house, en los graves crean junto a la luz, una introspección bastante inmersiva y que es digna de probar.

 

 

 

 

 

 

Seguridad y confort

 

 

En cuanto a seguridad, el Starray Signature no escatima. Está equipado con un paquete ADAS completo que incluye frenado autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril, control crucero adaptativo y alerta de tráfico cruzado trasero. En la práctica, estos sistemas funcionan de forma muy precisa, sin intervenciones exageradas, lo que refuerza la sensación de control sin anular al conductor.

 

 

 

 

 

 

Algo que valoro mucho en un SUV es cómo se comporta en trayectos largos, y aquí el Starray brilla. El aislamiento acústico es sobresaliente, incluso a velocidades de autopista. El aire acondicionado bi-zona, las salidas traseras de ventilación, los asientos calefaccionados y el techo panorámico convierten la cabina en un verdadero espacio de bienestar.

 

 

 

 

 

 

También agradecí la comodidad al volante: la posición es alta, la visibilidad generosa y este es un punto a notar de manera importante, ya que cuenta con muy pocos puntos ciegos, desde el interior, se ve todo perfectamente y los ajustes eléctricos en los asientos delanteros, tanto del piloto como del conductor, permiten encontrar fácilmente una postura ergonómica y con comodidad. En definitiva, es un SUV pensado para viajar cómodo, pero también para disfrutar del trayecto, siendo para una familia joven como para una con hijos más grandes o simplemente adultos, en qué sentido, en que se puede llenar una maleta de 650 litros sin problemas y queda espacio para todo.

 

 

 

 

 

 

La verdad, un SUV que marca un antes y un después

 

 

Después de más de una semana compartiendo el día a día con el Geely Starray Signature, puedo decir que estamos frente a un SUV que rompe prejuicios y redefine expectativas. No solo en términos de diseño donde claramente se atreve con una propuesta fresca, llamativa y futurista, sino también en calidad de fabricación, tecnología con desarrollo aplicado y experiencia de manejo totalmente satisfactoria.

 

 

 

 

 

 

Este modelo es un reflejo del salto cualitativo que ha dado Geely en los últimos años, y que hoy se manifiesta en un producto maduro, sofisticado y tremendamente competitivo. Me quedo con varias sensaciones positivas: la comodidad de sus asientos, el silencio interior en ruta, la seguridad que transmite su paquete ADAS, y lo bien que responde en distintas condiciones. Todo esto, acompañado por una propuesta tecnológica que hace sentir al conductor como protagonista y dueño de un gran auto.

 

 

 

 

 

 

¿Lo recomendaría? Sin duda. El Starray Signature es ideal para quienes buscan un SUV moderno, bien equipado y con estilo, sin tener que pagar precios desproporcionados por ello. Geely ha sabido combinar emoción, funcionalidad y valor en un solo producto. Y eso, en un mercado tan exigente como el chileno, no es fácil de lograr.

 

 

 

 

 

 

 

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